Isabel llegó a Tienda Coruña con 50 guardaespaldas y cuatro doncellas. Se presentó como la señora de Miguel Boyer.
-Es un honor atender a una invitada de la fiesta de Coronación de Felipe VI -le dije.
-Soy muy monárquica -m-. Mi bisabuelo fue uno de los últimos de Filipinas.
Antes de que siguiera con confidencias familiares le ofrecí unas Muestras gratis.
-Son muy variadas -comentó-, pero prefiero llevar unas camisetas personalizadas para Tamara y esos quesos manchegos más grandes. En casa comenos mucho queso. Ah... también llevaré juguetes educativos para mi nieta Sofía, la niña de Chabeli.
Los guardaespaldas de Isabel Preysler no compraron nada. Tampoco las doncellas. Se limitaron a llevarle las bolsas a su señora.
-Es un honor atender a una invitada de la fiesta de Coronación de Felipe VI -le dije.
-Soy muy monárquica -m-. Mi bisabuelo fue uno de los últimos de Filipinas.
Antes de que siguiera con confidencias familiares le ofrecí unas Muestras gratis.
-Son muy variadas -comentó-, pero prefiero llevar unas camisetas personalizadas para Tamara y esos quesos manchegos más grandes. En casa comenos mucho queso. Ah... también llevaré juguetes educativos para mi nieta Sofía, la niña de Chabeli.
Los guardaespaldas de Isabel Preysler no compraron nada. Tampoco las doncellas. Se limitaron a llevarle las bolsas a su señora.
